No hay momento en que mi cabeza no piense en todas esas cosas, en que no pueda dejar de imaginar el cómo se siente ser parte del mundo. Me siento tan fuera de lugar, como si lo que pensara fuera algo que no debería cruzarse por mi cabeza, desearía poder decir todo sin que alguien se quedara pensando en que rayos digo.
Una nueva obra de teatro ha comenzado y con ellos un montón de cosas que nuevamente salen a flote, amor, estrés, desesperación y tristeza. No quiero ninguna de esas, solo quiero que todo transcurra lo mas tranquilo posible y si he de callarme pues es algo que puedo hacer. No hay momento en que no piense en su aroma y calidez, en lo estresante que es estar aquí, en lo tontos que lucen los directivos al no saber que rayos pasará con mi graduación.
La sensación es abrumadora y lo único que puedo hacer y lo único que está en mis planes hacer es aislarme y guardar silencio, otra vez.