viernes, 7 de agosto de 2020

Mi deseo y el sueño agrio

 Era una calle que me parecía extrañamente familiar. Un lado de la calle tenía casas nada fuera de lo ordinario y en la otra una barda cubierta de maleza y enredaderas cercaba  un terreno enorme. Pero casi al llegar a la esquina una gran puerta daba paso a un edificio que mas bien parecía una escuela.


Mi consciencia comenzó a darse cuenta de lo que veía, sabía que tenía que llegar a esa puerta enorme y caminaba tranquilo admirando la barda de piedra muy bien adornada pero agrietada. Una vez venía de atrás, llamándome.
  Yo la conocía y de alguna manera me hacía feliz que estuviera presente. Me tomó de la mano y caminamos. Fue muy tranquilo, por un momento mis preocupaciones se fueron y sentía que podía caer en pedazos, romper en llanto o quedarme dormido, ella estaría ahí y calmaría mi dolor, diría que todo estará bien o acariciaría mi cabeza para calmarme pero yo quería mostrarme fuerte para ella, deseaba ser su héroe y mayor ídolo. 

Llegando a la gran puerta nos esperaban más personas y alguien muy asombrado gritó - ¡Ángel tiene novia! - Yo seguía tomando su mano con mucho orgullo y una tonta sonrisa curvó mis mejillas, mismas que ella besó frente a todos. 

¿Que estupideces sueñas Ángel? 

Era la primera vez desde que tenía unos 14 años que tenía un sueño así y para ser honesto fue algo muy hermoso y placentero, el solo hecho de saber que alguien está conmigo por elección propia y sin pensar que soy alguien extraño, alguien con quien no tenga miedo de decir lo que siento o pienso u oculte mi manera de ser para que no lleguen a decir "eres muy raro"  ¿Es mucho que alguien como yo tenga una persona así? Claro que tuve a alguien así pero fue un caso especial, a ella la usé y acostumbré a estar a mi lado, como un cachorrito que se adapta a su amo. Eventualmente vi el mal que hice y le enseñé a volar 
  Solo quería sentir el amor de alguien que se enamora en la escuela y ser  correspondido. Ese amor de comer juntos y pasar una tarde en un parque o en casa. Ese con el cual aprendes mucho y parece no tener un final. 


Pon los pies en la tierra que solo fue un sueño. 

... Que deseo mas estúpido.