De noche el dolor se hacía más grande, todo ese miedo y sufrimiento inevitablemente lo hacía llorar. Nadie lo escucha, a nadie le importa tampoco, el siempre ha sido apartado de todo el mundo y nadie sabe que hacer así que es mas fácil ignorarlo.
Sabe que sólo lo usan esas personas a las que llama amigos, nadie le pregunta cómo está, nadie lo visita, nadie se preocupa pero todo eso cambia cuando necesitan algo de él.
Es tan patético, pero sólo así prueba un momento lo que se siente tener compañía.
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