El objetivo principal era deshacerme de todo eso que sentía, pero terminó por convertirse en algo tan doloroso como bello.
Aquella carta jamás recibió respuesta alguna. ¿Que se debería haber hecho? Nada de lo que se ni he experimentado me ofreció una respuesta.
Esta vez solo reafirme el error que cometí, algunas cosas no deberon de ser dichas ni hechas pero ya no importaba ahora. Lo mejor de no esperar nada es que da igual lo que obtengas.
Un vistazo en la dirección adecuada dijo todo eso que nunca me respondieron y como tal, el tan ansiado final que hace tiempo deseaba.
Una vez más mi pensar solo repite lo que cada vez se torna más en la realidad y aunque es mi deseo evitarlo, todas las historias terminan con el mismo final.
De modo trágico, como si lo que sea que controlarse la realidad lo supiera, llovió camino a casa, tal vez para distraerme de lo que vi, tal vez para hacerme sentir más miserable.
Lo que sentía era un problema del cual yo soy responsable y como tal, el problema debe de ser resuelto.
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